Lo Que Importa Es El Amor

      Comentarios desactivados en Lo Que Importa Es El Amor

Lo Que Importa Es El Amor

No existe nada más importante que las relaciones, pues solo mediante las relaciones afectivas podemos progresar en nuestro camino de la vida

Y por eso cuando nos encontramos con otra persona, es importante dedicarle la mayor atención posible, ya que esa persona es más importante que el televisor, el periódico, nuestra teléfono móvil,  o cualquier otra cosa que estemos haciendo.

Cuando nos acostumbramos a tratar a nuestras relaciones como si solo se tratara de adquisiciones que hemos realizado en el pasado en algún momento puede sucedernos que realmente queden en el pasado.

Las únicas que aportan verdadera alegría a nuestras vidas son las relaciones impregnadas por el alma.

Olvidense del pasado porque nunca podrá volver, lo que hay que hacer es aprender de él y dejarlo en paz ya que la gente cambia y madura constantemente, y las personas que ahora están a tu lado, nunca antes han estado a tu lado de la misma forma.

Cierto día un hombre recurrió a terapia pues su madre a quien quería mucho había muerto hacia un tiempo, y el hombre que tenía cuatro nietos sentía que había una nieta a la cual quería mucho más que a los demás y quería saber si por casualidad esa niña era la reencarnación de su madre.

Tras una inducción relativamente corta experimentó una regresión en el tiempo y se encontró en Inglaterra unos años después del 1800, en el cuerpo de un jovencito que vivía en un internado junto con un hermano y una hermana.

Inmediatamente se dio cuenta que aquella hermana del internado había sido su madre en esta vida y también sintió que su hermano del internado era hoy en día su hijo.

Luego pudo avanzar hasta un momento en el cual se casó y sus dos hermanos estaban presentes en la ceremonia, lo mismo que sus padres, de los cuales no podía distinguir el rostro.

La ceremonia transcurrió sin inconvenientes y el hombre terminó viéndose a sí mismo como un anciano, rodeado de su familia. El había tenido una muy buena vida, con un matrimonio en el cual existía mucho amor y tanto él como su esposa y sus hijos habían sido muy felices.

Luego sintió que se sumergía dentro de algo que era como un tornado. Estaba en otra dimensión donde le esperaban sus seres queridos, pero supo que no podía reunirse con sus seres amados hasta que no se viera primero con unos seres que le pidieron que repasara su vida, hasta que descubriera para qué había vivido la clase de vida que le había tocado.

Luego de unos instantes descubrió que la lección que había tenido que aprender era que no se necesitaba una vida fantástica, ni llena de emociones o de grandes sucesos para sentir amor y poder compartirlo con los demás.

Una vez que hubo dado esta respuesta esos seres le permitieron que se reunirea con sus familiares y amigos queridos. Alli pudo reconocer nuevamente a varias personas entre las cuales estaba su hermano.

Aparentemente su hermana no estaba junto a ese grupo, pero mientras se encontraba buscando de repente se le comenzó a iluminar el rostro y añadió, Si, aquí está ella también junto a nosotros.

Despues de unos instantes en los cuales estuvo disfrutando de sus hermanos se le preguntó qué era lo que sucedía luego de encontrarse y dijo que solo tenían que esperar hasta que decidieran cuando querían reencarnar y volverse a ver en un cuerpo en la tierra.

Y también dijo que por allí había un grupo de sabios que les estaban ayudando a decidir qué era lo que les convenía vivir en su próxima vida. Pero los sabios solo daban consejos si se les pedían y en caso contrario no se esforzaban por imponer su opinión.

Y entonces les preguntó si su nieta era la misma alma que su madre a lo cual le respondieron ¿Quieres mucho a tu nieta? Si la quiero mucho ¿Y querías mucho a tu madre? Si por supuesto también a ella la quería mucho. Y entonces los sabios le preguntaron ¿Y acaso tiene alguna importancia si tu nieta fue tu madre?

No no importa nada, lo único que importa es el amor

Con mis mejores deseos
Dr. Roberto A. Bonomi

Nota: Inspirado en el libro del doctor Brian Weiss “Mensajes de los Sabios”