El Miedo A Los Dioses – Muchas Vidas Muchos Maestros Capítulo 13
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Catherine se había liberado de sus perturbadores síntomas. Estaba sana incluso más de lo que se puede considerar normal. Sus vidas empezaban a repetirse. Yo sabía que nos acercábamos al final. Lo que ignoraba en aquel día de otoño, mientras Catherine volvía a caer en su trance hipnótico, era que pasarían cinco meses entre esa sesión y la siguiente, que sería la última.
—Veo tallas —comenzó—. Algunas están hechas en oro. Veo arcilla. Hay gente haciendo vasijas. Son rojas… por el material rojo que usan. Veo un edificio marrón, una especie de estructura marrón. Ahí es dónde estamos.
—¿Estás en el edificio marrón o cerca de él?
—Estoy dentro de él. Trabajamos en cosas diferentes.
—¿Puedes verte mientras trabajas? —pregunté —. ¿Puedes describirte, describir tu ropa? Mira hacia abajo. ¿Qué ves?
—Tengo una especie de… una tela roja, larga. Y zapatos extraños, como sandalias. Tengo el pelo castaño. Estoy trabajando en una especie de figura. Es la figura de un hombre… un hombre. Tiene algo así como un palo, una… una vara en la mano. Los otros están haciendo cosas con… algunos, con metales.
—¿Esto se hace en una fábrica?
—Es sólo un edificio. Un edificio de piedra.
—La estatua en la que trabajas, el hombre de lavara, ¿sabes quién es?
—No, es sólo un hombre. Se encarga del ganado… de las vacas. Hay muchas allí (estatuas). Nosotros sabemos cómo son. Es un material muy raro. Cuesta trabajarlo. Se desmigaja.
—¿Conoces el nombre del material?
—No veo eso. Sólo rojo, algo rojo.
—¿Qué pasará con la estatua después que la hayas terminado?
—La venderán. Algunas las venderán en el mercado. Otras se las darán a los diferentes nobles. Sólo la mejor artesanía irá a las casas de los nobles. El resto será vendido.
—¿Tratas tú alguna vez con esos nobles?
—No.
—¿Éste es tu trabajo?
—Sí.
—¿Te gusta?
—Sí.
—¿Hace mucho tiempo que haces esto?
—No.
—¿Lo haces bien?
—No muy bien.
—¿Necesitas más experiencia?
—Sí, apenas estoy aprendiendo.
—Comprendo. ¿Vives aún con tu familia?
—No sé, pero veo cajas marrones.
—¿Cajas marrones? —repetí.
—Tienen pequeñas aberturas. Hay una puerta y algunas estatuas dentro. Están hechas de madera, madera de alguna clase. Tenemos que hacer las estatuas para ellas.
—¿Cuál es la función de las estatuas?
—Son religiosas —respondió.
—¿Qué religión hay ahí… la estatua?
—Hay muchos dioses, muchos protectores… muchos dioses. La gente tiene mucho miedo. Aquí se hacen muchas cosas. También hacemos juegos… tableros con agujeros. En los agujeros van cabezas de animales.
—¿Ves algo más ahí?
—Hace mucho calor, y hay polvo… arena.
—¿Hay agua en la zona?
—Sí, baja de las montañas.
Esa vida también empezaba a parecerme familiar.
—¿La gente tiene miedo? —sondeé —. ¿Son supersticiosos?
—Sí. Hay mucho miedo. Todos están asustados. Yo también. Tenemos que protegernos. Hay enfermedad. Tenemos que protegernos.
—¿Qué clase de enfermedad?
—Algo los está matando a todos. Muere mucha gente.
—¿Por el agua? —pregunté.
—Sí. Todo está muy seco… muy caluroso, porque los dioses están enojados y nos castigan.
Estaba reviviendo la vida en que había sido curada con tanis. Reconocí la religión del miedo, la religión de Osiris y Hathor.
—¿Por qué se han enojado los dioses? —pregunté, aunque ya sabía la respuesta.
—Porque hemos desobedecido las leyes. Están enojados.
—¿Qué leyes habéis desobedecido?
—Las establecidas por los nobles.
—¿Cómo se puede apaciguar a los dioses?
—Es preciso usar ciertas cosas. Algunas personas usan cosas colgadas del cuello. Ayudan contra el mal.
—¿Existe algún dios en especial que asuste más a la gente?
—Todos nos asustan.
—¿Sabes los nombres de algunos?
—No sé sus nombres. Sólo los veo. Hay uno que tiene cuerpo humano y cabeza de animal. Otro parece un sol. Hay uno que se parece a un pájaro; es negro.
Llevan una cuerda rodeándoles el cuello.
—¿Sobrevives a todo esto?
—Sí. No muero.
—Pero otros miembros de tu familia, sí.
—Sí… mi padre. Mi madre está bien.
—¿Y tu hermano?
—Mi hermano… ha muerto —recordó.
—¿Por qué sobrevives tú? ¿Hay algo especial, algo que tú hayas hecho?
—No —respondió. Luego cambió el centro de atención—. Veo algo con aceite dentro.
—¿Qué ves?
—Algo blanco. Casi parece mármol. Es… alabastro. Una especie de cuenco… con aceite. Se usa para untar la cabeza…
—¿… de los sacerdotes? —completé.
—Sí.
—¿Cuál es ahora tu función? ¿Ayudar con el aceite?
—No. Hago las estatuas.
—¿En ese mismo edificio marrón?
—No… es más tarde… un templo.
Algo la inquietaba.
—¿Tienes algún problema ahí?
—Alguien ha hecho algo en el templo que ha enfurecido a los dioses. No sé…
—¿Has sido tú?
—No, no… sólo veo a los sacerdotes. Están preparando un sacrificio… un animal… Es un cordero. Tienen la cabeza afeitada. No tienen pelo en ningún lado, ni en la cara…
Calló. Los minutos pasaban lentamente. De pronto se puso alerta, como si escuchara algo. Cuando habló, lo hizo con voz grave. Un Maestro se había hecho presente.
—Es en este plano donde a algunas almas se les permite manifestarse a las personas que aún están en la forma física. Se les permite retornar… sólo si han dejado algún acuerdo sin cumplir. En este plano se permite la intercomunicación. Pero los otros planos… Aquí es donde se nos permite utilizar los poderes psíquicos y comunicarnos con las personas que tienen forma física. Hay muchas maneras de hacerlo. A algunos se les otorga el poder de la vista, para que puedan mostrarse a quienes aún están en la forma física. Otros tienen el poder del movimiento; se les permite mover objetos telepáticamente. Sólo se va a este plano si a uno le es útil ir ahí. Si ha dejado un acuerdo sin cumplir, puede decidir ir ahí para comunicarse de algún modo. Pero eso es todo… para que el acuerdo quede cumplido. Si nuestra vida ha terminado abruptamente, sería un motivo para entrar en este plano. Muchos prefieren ir ahí porque se les permite ver a quienes aún están en la forma física y muy unidos a ellos. Pero no todos quieren tener contacto con ellos. Para algunos puede ser muy aterrador.
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El Miedo A Los Dioses – Muchas Vidas Muchos Maestros Capítulo 13
Experiencias psiquiátricas del Dr. Brian Weiss narradas por sus pacientes en estado hipnótico, asistiendo al nacimiento de la terapia regresiva a vidas pasadas.
Este video se encuentra aquí: https://youtu.be/u4re6rrUySg
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